Las mil y una rupturas de Genoveva Casanova y Michavila
Era de esperar. Una vez más, Genoveva Casanova y José María Michavila han aparcado su relación. Lo publicaba esta semana la revista Hola, señalando que ambos vuelven a la soltería después de numerosas idas y venidas.
Este último capítulo de su historia se ha producido tras la Navidad, y ha sido algo que no ha pillado por sorpresa a casi nadie, pues su círculo ya está ‘vacunado’ de sus movimientos como pareja y la inestabilidad que la caracteriza.
De hecho, la última escapada de Genoveva ya hacía sospechar que las cosas no iban correctamente. La mexicana acudió hace unos días a Cartagena de Indias para estar presente en la boda de Andrea Wild Botero. Y, lejos de asistir con su pareja, lo hizo junto a Enrique Ponce y Paloma Cuevas.
Desde el principio de su relación, a mediados de 2014, Genoveva y Michavila fueron muy prudentes y ocultaron en la medida de sus posibilidades cada paso que daban. Hasta el punto de que, cuando ya era evidente, no querían confirmar a los medios que estaban juntos.
Sin embargo, sí que lo hicieron en mayo de 2015, en la presentación del libro de Genoveva Casanova, ‘El llanto de los elefantes’. La mexicana tiró entonces de la prensa de corazón y de su relación como reclamo para dar publicidad y repercusión a la publicación.
Genoveva Casanova y José María Michavila, en la presentación de ‘El llanto de los elefantes’ (Gtres)
Lo cierto es que ambos siempre han achacado problemas de incompatibilidad de agendas como el motivo principal de sus distanciamientos, aunque parece ser que la conexión entre el exministro y la mexicana nunca ha sido idílica.
Su primera gran crisis como pareja llegó a finales de 2015 y unos meses después, a principios de 2016, llegó la segunda. Aun así, aguantaron juntos hasta el pasado verano, cuando decidieron interrumpir la relación y disfrutar plenamente del estío.
Genoveva Casanova y José María Michavila, en una imagen de archivo (Gtres)
Pero parece que, a pesar de retomarlo tras las vacaciones, no han podido superar la crisis a pesar del empeño que ambos ponen, pues pocas parejas son capaces de dar tantas oportunidades al amor. Sólo el tiempo dirá si esta vez es la definitiva o si consiguen llegar a las mil y una rupturas.